Isabel Carbajal: de migrante a embajadora de la cocina mexicana en Barcelona

Isabel Carbajal Ulloa define la cocina tradicional mexicana en dos palabras: “amor y cariño”. Sentimientos que refleja en cada uno de sus platillos que con todo el esfuerzo prepara diariamente para sus clientes no solo mexicanos, ya que con su sazón ha llegado a conquistar los paladares de los catalanes y latinoamericanos que viven en Barcelona (España), una de las ciudades del mundo con más mezcla cultural y gastronómica.

En cada sartén y cazuela que Isabel prepara la comida tradicional mexicana también se refleja el cariño y vocación que su madre hizo para alimentarla, lo hizo tan bien que desde niña le nació el gusto por la cocina. En esas ollas y sartenes caben las enseñanzas que su madre le daría para toda la vida. “Aprendí a cocinar desde muy chica. Me encantaba estar detrás de mí mamá preguntado cómo se hacían las cosas y tenía una libreta tipo diario donde anotaba las recetas con las palabras exactas que ella me decía. Siempre pensé que cocinar era la mejor manera de decir te amo”.

La cocinera tapatía de 41 años es originaria de Guadalajara, Jalisco, la tierra del tequila. De sus 8 hermanos, solo ella y su hermana gemela, Sonia, heredaron la sazón de su mamá. “Mi madre Lilia, la mejor cocinera del mundo y mi padre, Pedro, mi mejor maestro en la vida. Somos una familia de clase media comerciantes de toda la vida”, recuerda Isabel. Ella cuenta que para llegar a cocinar a sus paisanos o connacionales no fue tarea sencilla, pero su sazón, fuerza, independencia y perseverancia la llevarían a ser una reconocida cocinera mexicana en España.

Isabel sufrió abusos como migrante por su antiguo jefe mientras se desempeñaba como comercial de telefonía, trabajo que finalmente decidió abandonar para emprender su camino de cocinera desde hace ya dos años. “Era comercial de telefonía, cómo me pagaba en negro nunca llegaron las comisiones completas de mis clientes. Siempre pasaba algo para no pagarme lo que tenía que ser”, menciona Isabel Carbajal.

Isabel se preparó académicamente como programador analista, pero jamás le gustó dicha carrera. Siempre fue comerciante y tuvo su pequeño primer negocio a los 7 años de edad, vendía fruta picada afuera de la iglesia cercana a la casa de sus padres. “Siempre me gustó vender, así que he vendido de todo, desde ropa, artesanías, fruta y, claro, también tuve una cocina económica y un restaurante donde nos especializamos en birria, menudo y tortillas recién hechas”, narra en la entrevista. El amor de su pareja, Lola Recuero, hizo que Isabel abandonara su tierra y echara raíces en España desde hace 4 años. Asegura que nunca sufrió de un choque cultural o problemas de adaptación en un país que no es el suyo, por lo que dice, siempre estará feliz en donde quiera que esté.

“Aquí he encontrado mi hogar y una gran familia que no tiene límites. Mi sueño era conocer a Lola, mi mujer, que ya se hizo realidad. Ahora mi sueño es que cada mexicano y mexicana tengan la oportunidad de comer como en casa”. El sabor de la cocina tradicional de Isabel se corrió de plato en plato, por lo que abrirse puertas en el mundo de la gastronomía no le resultó tan complejo como pensaba cuando decidió vender comida por internet bajo la marca de ‘El sazón de Isabel’.

“Fue súper chistoso porque solo bastó que empezarán a probar mis platillos y se regó como la pólvora, todo sucedió muy rápido. Yo creo que ellos notan que lo hago con el corazón”, comenta Isabel. Chiles en nogada, mole, sopes, birria, tamales, tostadas de pierna de cerdo, pozole y los típicos tacos con tortillas de maíz hechas a mano son solo algunos de los platillos que Isabel prepara diariamente y que sus antojadizos clientes le solicitan a través de su página de Facebook. Pero hay un platillo en particular que le llena de nostalgia y que le recuerda mucho a su padre: los nopales con costillas de cerdo.

“Son un encanto, los quiero como si fueran mi familia y cocino para ellos con amor y cariño y, eso, se trasmite en cada bocado. Solo me resta agradecer por su confianza y cariño”, expresa la cocinera a quienes se han tomado el tiempo de dejar una buena reseña o hablan bien de su comida en las redes sociales, donde la definen como la mejor comida mexicana en Barcelona.

Finalmente, la jalisciense nos comparte que para emprender con éxito como migrantes, el secreto está en la actitud. “La felicidad está en adaptarse, amar y respetar el lugar en el que ahora vives para que te reciban con ese mismo cariño. Siempre hay que pensar en dar antes que recibir. Todos somos capaces de lograr nuestros sueños mientras pongamos acción y corazón”.

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