Doña Esther Morales, de ser deportada, ahora es activista y regala comida a migrantes

Se trata de Esther Morales, una migrante oaxaqueña que vivió 12 años en Estados Unidos. Abrió un pequeño restaurante y desde entonces prepara comida para los refugios. Sus primeros días durmió en un albergue para mujeres y niños migrantes, en el Instituto Madre Asunta, donde recibió el apoyo para sobrevivir aún sin tener dinero para pagar comida o una renta.

“En ese entonces no había mucha ayuda como ahora. Me acuerdo que la comida era racionada, no había tortillas y nos quedábamos con hambre… Yo no tenía dinero y me tenía que aguantar”

En 2011 Esther comenzó a preparar tamales y un 2 de febrero, en pleno Día de La Candelaria, abrió su negocio “La Antiguita” con el que ahora regala comida a migrantes.Cinco años después inició con Comida Calientita, un proyecto que consiste en cocinar para refugios en Tijuana.

Ese diciembre de 2016 le dijo a las monjas del refugio que la recibieron que quería cooperar y en plena Nochebuena preparó la cena navideña. Esther regresó ese día dando de comer en el mismo lugar que la recibieron. Trajo tamales, frijoles y ensalada. También café. “Si no hubiera sido por ese lugar yo no tendría lo que tengo… lo hago porque yo recorrí ese camino, sé lo que se siente, lo que es pasar por un puesto de tacos y no tener ni para comer”.

En entrevista, dijo que durante la pandemia muchos refugios dejaron de recibir donativos y tenían comida suficiente. Ese año Esther visitó más de 12 albergues y sirvió más de 10 mil platos de comida. Comida Calientita, el proyecto que comenzó Esther continúa con el apoyo de organizaciones, como Al Otro Lado, que realizan donaciones y dinero que ella misma dispone.

Para el próximo diciembre se vestirá, como cada año, de Santa Claus y visitará tres refugios para migrantes en los que servirá comida para las familias. “Le doy gracias a Dios porque tengo mi cocinita y eso me facilita llevar a cabo todo esto. Mi amor, mi empatía por lo que pasé y que la vida me ha dado oportunidad. Yo no me voy a quedar con los brazos cruzados, puedo hacer más”.

Actualmente Esther Morales no solo es una cocinera oaxaqueña reconocida en Tijuana, dueña de La Antiguita y creadora de Comida Calientita, también es una activista que apoya a la comunidad migrante.

Texto: Gabriela Martínez

Fuente: Conexion Migrante

Fotos: Cortesía redes sociales

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